Descubre Fort Lauderdale como nunca antes con esta guía
Por Joanna Wurmann
Florida lo tiene todo: playas espectaculares, parques temáticos de fama mundial, la naturaleza de los Everglades, ciudades vibrantes, buena gastronomía e incluso historia. Si vives en Miami (o estás de visita), lo mejor es que no necesitas ir muy lejos para disfrutarlo. Muchas veces basta con quedarse cerca, sin aeropuertos ni planes complicados. Por eso me encantan las staycations: ¿qué mejor que descansar sin recorrer largas distancias y vivir experiencias únicas?
Conocida como la “Venecia de América”, Fort Lauderdale es mucho más que canales y playas hermosas. Aunque el agua está en todas partes —con yates en los muelles, restaurantes flotantes y hasta un water taxi que puede llevarte a Miami—, la ciudad sorprende con mucho más. De hecho, muchos la consideran el sitio ideal para escaparse unos días del ajetreo de la Ciudad del Sol, sin renunciar al glamour ni a la diversión. Y eso fue justamente lo que vine a descubrir.
Esta ciudad tiene algunas de las playas más hermosas de la costa este. Sus siete millas de arenas blancas y aguas cristalinas son la excusa perfecta para disfrutar del sol. Pero mi propósito era conocer otro lado de Fort Lauderdale, así que el hotel Hyatt Centric Las Olas fue mi elección. Su ubicación, en pleno Las Olas Boulevard, me permitió descubrir la faceta más cosmopolita de la ciudad caminando.
Este hotel de cuatro estrellas evoca el mar y la tradición náutica, con interiores que recuerdan las cubiertas de los yates y los cascos de los barcos. El Hyatt Centric Las Olas combina modernidad y elegancia en pleno corazón de la ciudad, con habitaciones amplias y cómodas, además de espacios comunes donde los detalles marineros se integran con un diseño contemporáneo enriquecido con arte personalizado.
Disfruta de la cultura, el arte, la ciencia y la naturaleza
Me encanta el arte, así que cuando descubrí que frente al hotel estaba el NSU Art Museum supe que ahí debía comenzar mi experiencia. El museo, perteneciente a la Nova Southeastern University, ocupa dos pisos con exposiciones que se renuevan cada semestre. Sus colecciones incluyen desde bocetos a lápiz hasta propuestas interactivas y tridimensionales. Además, aquí se exhiben obras originales de Frida Kahlo y la mayor colección del mundo del pintor realista William Glackens.
El sol brilla casi todo el año, lo que hace de la ciudad un destino ideal para quienes disfrutan de la naturaleza. Por eso aprovechamos el día para recorrer el Riverwalk Arts & Entertainment District, un encantador paseo a orillas del New River que atraviesa el centro de Fort Lauderdale. Con más de 20 manzanas y 10 parques, combina áreas verdes, arte y la energía vibrante de la ciudad. Además, casi siempre hay conciertos, ferias artesanales, festivales gastronómicos o celebraciones al aire libre que animan el recorrido.
En el camino, nuestra primera parada fue el Museum of Discovery and Science, un espacio ideal para quienes viajan con niños pequeños. Sus actividades y exhibiciones interactivas acercan la ciencia a los más chicos de manera divertida, mientras que los adultos pueden disfrutar de películas clásicas, cintas de culto y documentales en la sala IMAX.
Si eres como yo y disfrutas de los espectáculos en vivo, justo enfrente encontrarás el Broward Center for the Performing Arts, una de las joyas culturales de SoFlo. Este es uno de los diez teatros más visitados del mundo y cada temporada atrae a miles de personas con una programación que incluye conciertos, obras de teatro y danza. Yo, por mi parte, no me pierdo la temporada de Broadway Across America, que cada año trae algunos de los musicales más exitosos.
Fotografía Cortesía Broward Center for the Performing Arts
El encanto de recorrer la ciudad a pie
Dentro del Riverwalk Arts & Entertainment District, el punto más famoso y entretenido para pasear es Las Olas Boulevard. Más que una avenida, es una experiencia que va desde el centro hasta la playa y ofrece una variada propuesta gastronómica, exclusivas boutiques y numerosas galerías de arte. Además, durante el año se llena de vida con eventos como la Las Olas Art Fair, el Seminole Hard Rock Winterfest Boat Parade y el Las Olas Wine & Food Festival.
Otra parada obligada es el Fort Lauderdale Beachfront Promenade, un paseo marítimo de dos millas que bordea la playa y el océano. Su sello más distintivo es la white wave wall, un muro ondulado que se ha convertido en uno de los símbolos de la ciudad. Aquí puedes trotar, andar en bicicleta o simplemente caminar. A lo largo del trayecto encontrarás restaurantes, bares y hoteles de lujo como el Westin, el Four Seasons, el W Fort Lauderdale o el Ritz-Carlton. Y durante todo el año la zona cobra vida con conciertos, festivales y actividades culturales al aire libre.
Fotografía cortesía Hyatt Centric Las Olas
Si buscas un toque cultural, el Bonnet House Museum & Gardens es una parada que vale la pena. En el extremo norte del Promenade, cruzando la avenida A1A, esta hacienda histórica es como una máquina del tiempo. Al entrar viajas directo a comienzos del siglo XX, cuando Fort Lauderdale era apenas un pequeño asentamiento con calles de tierra y animales salvajes. Frente al mar, la casa conserva pinturas, objetos decorativos y jardines con plantas exóticas que revelan cómo pasaban los inviernos las familias adineradas de la época.
Una escena gastronómica destacada por la Guía Michelin
Este año la gastronomía de Fort Lauderdale recibió uno de sus mayores reconocimientos, ya que varios de sus restaurantes fueron incluidos por primera vez en la Guía Michelin Florida. Entre ellos está Maass (Four Seasons), que se llevó una estrella gracias a su menú de degustación que combina técnicas francesas, ingredientes japoneses y un toque local. También aparece Heritage, premiado con el Bib Gourmand por sus pastas caseras y pizzas irresistibles. Y entre los recomendados destacan Evelyn’s, con cocina levantina de aire costero; Larb Thai Isan, con auténticos sabores del noreste de Tailandia; y Daniel’s, A Florida Steakhouse, que abrió en 2024 y se ha convertido en todo un referente por su estilo refinado pero acogedor.
Otros de mis lugares favoritos en Fort Lauderdale son:
Café Bastille. Si buscas un buen café y un pastel recién horneado, esta pastelería-cafetería de inspiración francesa es ideal.
Lona Cocina & Tequilería (W Hotel). La propuesta del chef Pablo Salas reinterpreta la cocina mexicana tradicional con un giro contemporáneo, acompañada de cócteles artesanales.
YOLO. Para mí, un clásico. Este restaurante de cocina New American, con influencias de varias culturas, honra su mantra: You Only Live Once.
Steak 954. Un steakhouse moderno y exclusivo que mezcla carnes y pescados de primera con una decoración exótica, donde destaca un acuario gigante de medusas.
Fotografía cortesía Mai-Kai Restaurant and Polynesian Show
Timpano. Con más de veinte años de historia, combina el encanto del art decó y la época dorada de Hollywood con una carta de pastas, pescados, mariscos y carnes. Su plato estrella es el icónico Truffle Fettuccine Alfredo servido en plato Versace.
Rm. 901. Escondido en el noveno piso del Hyatt Centric Las Olas, este speakeasy revive los años veinte con cócteles de autor, bocados gourmet y un ambiente de jazz y elegancia.
Mai-Kai Restaurant and Polynesian Show. Una de las grandes atracciones de la ciudad. Su espectáculo polinesio, los cócteles originales y un menú que fusiona sabores asiáticos y tradicionales se disfrutan en medio de jardines tropicales y auténticos objetos de la Polinesia.
Adam & Joe’s. Uno de los mejores lugares de sándwiches que he probado últimamente. Empezó como un servicio de catering y hoy es un restaurante familiar muy popular por sus hot sandwiches con focaccia hecha en casa, carnes asadas y salsas propias, todo con ese inconfundible estilo California fresh.
Embarcadero 41. Una de las últimas incorporaciones a Las Olas Boulevard, este restaurante de fusión peruana Nikkei combina la tradición del Perú con la delicadeza japonesa en una carta sofisticada que impresiona por su calidad y originalidad, donde los clásicos se han reinventado con un estilo propio. Este es el quinto local de la marca. Les recomiendo probar el Crispy Nikkei Causa y el Chirimoya Overdose, preparado con una fruta que, les aseguro, muchos no han probado nunca.
Timbr. Para cerrar con broche de oro, uno de los restaurantes más bellos (y románticos) que he visitado. Sus ambientes son únicos: desde un espacio íntimo que evoca un atardecer estrellado hasta otro con techo de vidrio y flores por todas partes. Su cocina, con influencias europeas y americanas, sorprende con platos como el beef Wellington, que me dejó sin palabras.