Escrito por Maria G Fernandez

Nuestra Mujer Maravillosa para el mes de agosto es la mexicana-americana Rose Fernández. Rose es una superestrella en la industria de la belleza, y me refiero al aspecto de trabajar en el ámbito corporativo. Rose nació en California y creció en el sureste de Los Ángeles. Vivió con sus abuelos maternos, en Pico Rivera, y ellos la expusieron a las tradiciones y la cultura mexicanas. A medida que fue creciendo, aprendió a apreciar esto realmente. Pasó la mayor parte de su tiempo con su abuelo materno, ya que estaba retirado del ejército. Ella recuerda que él era su mejor amigo.

Rose tiene muchos buenos recuerdos de su abuelo, uno de ellos es su tradición de dejarla elegir una sección del periódico, leerla y luego los dos discutían sobre el tema. Rose recuerda que siempre elegía artículos en la sección de arte o cultura, lo que más tarde se convertiría en su amor por la creatividad en el mundo de la belleza. Aunque ahora, mirando hacia atrás, piensa que esto era una estratagema para que él pudiera leer el periódico.

Ella agradece el tiempo que su abuelo le dedicó, porque fomentó su curiosidad por todas las cosas. Su principal interés eran las artes. En la universidad, inicialmente se especializó en arte, pero terminó obteniendo su título en Marketing. Después de la universidad, se sintió un poco perdida sin saber qué quería hacer. No era un sentimiento que le sentaba bien. Incursionó en muchas cosas, incluso fue paramédica y realizó trabajo voluntario porque disfrutaba ayudando a las personas. Rápidamente se dio cuenta de que, si bien disfrutaba haciendo eso, no era su pasión y no pagaba las cuentas.

Al buscar en el LA Times, vio un anuncio de Estée Lauder que buscaba maquilladores. Se arriesgó, fue a una convocatoria abierta y consiguió un trabajo en Prescriptives. Ese fue el catalizador que inició su romance con la industria de la belleza. Estuvo con Prescriptives por poco tiempo, pero aprendió mucho y ahí fue donde hizo la fundación en el negocio de belleza.

Después de su tiempo en Prescriptives, se abrió camino hacia Shiseido como Coordinadora de Cuentas. Esa fue su primera experiencia real en el sector de la belleza y en la gestión de un equipo. Le impresionó mucho la cantidad de mujeres que había en el negocio y la diversidad que había en él. Eso hizo que le encantará su trabajo e ir a trabajar. Ser coordinadora de cuentas le dio la oportunidad de aprender varios aspectos de la industria de la belleza. Después de cinco años, tomó los conocimientos que tenía y se fue a Murad.

Su razón para ir a Murad es que vio el panorama cambiante y cómo la industria de la belleza estaba girando más hacia el cuidado de la piel clínico. Pasó 13 años en Murad. Mientras estuvo allí, ayudó a la empresa a crecer y, en esencia, obtuvo una maestría en el trabajo. Comenzó como ejecutiva de cuentas y cuando se fue era directora senior de ventas nacional. Pudo aprender el negocio, desde el desarrollo de productos hasta la cadena de suministro, y es una prueba de que con trabajo duro se puede llegar a la cima.

A pesar del trabajo duro y las largas horas, Rose me dijo que su tiempo en Murad le trae buenos recuerdos. No solo tuvo y crió a sus hijos durante este tiempo, sino que también terminó su licenciatura y compró su primera casa. Fue una sorpresa para sus colegas, porque ella manejaba todas sus responsabilidades sin problemas. Trabajaba de noche, iba a la escuela en línea y hacía todo lo que podía. Ella debe su ética de trabajo y dedicación a su familia y los ejemplos que representaron mientras ella crecía.

Si bien podría haberse quedado fácilmente en Murad y sintió que se convirtió en parte de su ADN, quería expandir su carrera. Su objetivo era convertirse en vicepresidenta. Dejó Murad y fue a trabajar para Kate Somerville. Rose pasó un año en Kate Somerville, donde fue vicepresidenta de ventas. Queriendo crecer y hacer más, decidió aceptar un puesto en Jurlique.

En Jurlique, Rose se encargó de restablecer la marca australiana en los EE. UU. Con su equipo, tuvo éxito en el relanzamiento de la marca en Sephora y se ubicó a la vanguardia como una de las primeras marcas de cuidado de la piel orgánico. El equipo también ganó los premios de belleza ecológica CEW. Está agradecida por su tiempo en Jurlique porque no solo le dieron la oportunidad de viajar de ida y vuelta a Australia, sino que al visitar las granjas donde cultivan 31 de sus propios ingredientes, realmente estuvo expuesta al lado del desarrollo de productos.

Rose pudo aprovechar su experiencia trabajando con una marca de cuidado de la piel orgánico en su siguiente puesto. En 2016, comenzó en Algenist, como senior vicepresidenta de ventas que reportaba al director ejecutivo. Algenist nació en un laboratorio de biotecnología. Básicamente, tuvo que crear la empresa desde cero. Sus primeros seis meses allí fueron nada menos que intensos, pero superó las expectativas y poco después asumió el cargo de directora ejecutiva. Pasó 5 años como directora ejecutiva, donde fue pionera en Algenist como una de las primeras marcas veganas en el mercado. Ser parte de una empresa de biotecnología fue una ventaja para poder cultivar sus propios ingredientes, como el colágeno vegano, el extracto de arándano azul y el extracto de grosella negra.

Rose ha sido una parte fundamental de la comunidad de belleza en ventas, administración, investigación y desarrollo y, más recientemente, como mentora y oradora. Tomó su amor por el arte y lo tradujo en una carrera impresionante. Le pregunté a Rose qué consejo le daría a las jóvenes latinas que comienzan su carrera. Ya sea un consejo para comenzar o para superar cualquier obstáculo. Dijo que es importante ser 100% auténtica, mantenerse fiel a sus valores y a la cultura en la que se crió, ya que ambos te hacen única y comercializable. También quería saber qué consejo le daría a la versión de ella más joven. Dijo que se diría a sí misma que todas experiencias y gente (buenos o malos) son parte de su viaje y que construir relaciones y encontrar mentores es fundamental.

Rose es el tipo de persona que hace las cosas a cien. Ella averigua qué es lo que es más importante y corre tras eso a toda velocidad. Pero por mucho que se esfuerce al 150%, también se divierte con su trabajo porque es parte de su vida. Y si no te diviertes en el trabajo, entonces ¿de qué sirve? Puedes seguir a Rose en Instagram/LinkedIn y mantenerte al día de todos sus logros o también para obtener sus servicios de oradora o consultora.

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